Presidencia Metafísica de México

*Presidente: Francisco J. Vargas


Columna 7: Embrujadas y Raquíticas, Las Chivitas Caga-Bolitas Podrían Irse... A La Vergara (3)

(Meteorito Rojo #50: Para Los Chacha(laca)s Encubridores Del Genocidio Mexicano)

Fútbol y política; política y fútbol. Ésa es la fórmula para entender cómo opera la ocupación gachupina en México. El caso del jugador mexicano Cuauhtémoc Blanco es ejemplo perfecto de la manera en que los gachupines criollos, o sea gachupines nacidos en México (de aquí en adelante denominados gachucriollos) brinca como ejemplo de la interminable Conquista.

Siendo la política cueva de ladrones gachucriollos, es natural que los políticos se escondan de nosostros los mexicanos para robarnos. Sepa usted que políticos y empresarios gachupines en el fútbol son miembros de las mismas familias explotadoras que gobiernan México desde hace cinco siglos. Viendo actuar a los representantes de la Liga de fútbol sabremos cómo actúan los oligarcas en el poder.

Por ejemplo. Necio de María capitoste de la FMF, se roba los dineros de la Federación tan fácil como los (des)gobernantes se roban los dineros del Pueblo. Cuando el equipo Querétaro no podía pagar sueldos de jugadores, la Liga debió pagarlos con la fianza depositada en las arcas oficiales. Mas oh sorpresa, Necio ya había sustraído el millón de dólares. Nada nuevo, pues Necio viene de la política y no hay político gachucriollo que no sea ladrón. Usted sabe, la tentación hace nuevos ricos en México.

Naturalmente, el robo oficialista es privilegio de los gachupines. Así en el fútbol, como en política, si en el Gobierno solamente trabajan gachupines, era de esperar que los merolicos pusieron el grito en el cielo cuando Cuauhtémoc dejó el fútbol por la política. Le ha llovido de todo. Solamente los hijos de los criollos tienen derecho a cualquier puesto de trabajo jugoso. No digieren los merolicos que un mexicano quiera ser gobernante. Muchos jugadores gachucriollos han sido y son políticos, sin objeciones por parte de los repartidores de atole futbolero cuyos hijos también heredan sus chambas. Lo que no soportan es que un mexicano aspire a mejor estilo de vida.

Lo menos que se dijo fue que "la política es para políticos." Eso no lo dicen cuando un gachucriollo hace política. Hasta el hijito de el encubridor de gobernantes genocidas, Enrique Krause, opinó que Cuauhtémoc no debería incursionar en política. El que no debería incursionar en asuntos para adultos es el baboso junior, pues la Constitución (la cual no ha leído el niñito) garantiza que CUALQUIER MEXICANO MAYOR DE EDAD PUEDE SER CANDIDATO A PUESTOS PUBLICOS.

Mas los tiempos de come-solos están llegando a su fin. El asunto de Cuauhtémoc, logrado o no, es solamente presagio de los tiempos que se les vienen encima a los conquistadores. De gota en gota se rompen las presas por muy gruesas que sean sus paredes. Ya lo verán.

Y otra cosa. Los merolicos, peones encubiertos de la oligarquía son insidioso tentáculo de los chupa-sangre en el poder. A pesar de que los mismos merolicos afirman que política y religión son ajenas al fútbol, mientan descaradamente. Cada que hay disturbios en los estadios salen a incitar a la represión militar sobre la indiada. Sus palabras favoritas es que los aficionados TIENEN y DEBEN hacer o cual cosa. Es decir, la guchupinada siempre está por el genocidio contra los mexicanos. Su negocio no es hablar de represión, pero como no saben hablar de otra cosa, vuelven a sus orígenes.

La política es válida en los gachupines, pero no en la indiada mexicana. Así, cualquiera es chingón.

Pero volviendo a los avariciosos inversionistas futboleros en general, en su circo les pueden crecer los enanos. Sí. Porque los nuevos futbolistas en todas partes, pero especialmente en México, ya no son tan dóciles como los de hace diez años. No les importa que los ensotanados sigan lavándoles el cerebro, empiezan a pensar por si solos. Y es que en los equipos les dieron a los muchachos, sin saberlo, los ejercicios chinos para desarrollar espíritu militar. (Ya dije en otra columna cómo sucedió todo).

En el Guadalajara, por ejemplo, por más que Vergara les grite a sus jugadores, ya no los asusta tanto como antes utilizando el católico sermón de "deben admitir sus culpas." Es tan difícil ya controlar jugadores, que en un descuido y le mandan sus Chivitas a Segunda. Y así en el fútbol como en la vida civil en general.

De pilón, los jugadores se van a encarecer fuera de toda lógica. Los canales futboleros de televisión se saturan con malos comerciales, malos partidos y merolicos histéricos. Las cerveceras y cadenas de fast food y marcas de automóviles y Seguros no podrán con el cada vez más caro patrocinio de juegos. De hecho, la Liga mexicana ya sufre por escasez de patrocinadores serios y pudientes. Las cerveceras más representativas en México fueron vendidas debido a la violencia civil, a extranjeros que no están interesados en patrocinar el fútbol mexicano.

No me extrañaría si un año de estos la Liga es patrocinada por algún fabricante de pomadas para que los gordos lombricientos como los merolicos bajen de peso. O peor, patrocinada por Mariquita Fox y sus futuras tienditas de mota con su estandarte de la Guadalupa para que la indiada compre sus carrujos de marijuana previamente bendecidos por los obi$pos, como ya hacen con los desplumaderos de jodidos llamados casinos.

A tan pinche escena futbolera llegó S(a)lim a salar todo lo que toca con sus manitas. Veremos hasta dónde llegan él y sus adquisiciones, porque al León todos queríamos verlo jugar por sus excitantes partidos, al grado que varias televisoras buscaban los derechos de transmitirlos, pero S(a)lim y yerno Ayub lo convirtieron en costal de piedras. El técnico Matosas se veía harto de que le impusieran jugadores quemados y sin piernas.

Lo bueno para México en este barullo de mercaderes millonarios y patadas voladoras es que aumentó el número de juegos internacionales para que FIFA meta más oro a sus arcas. Y se alargó proporcionalmente y a güevo el número de jugadores mestizos en equipos y $elección de Azcarraga 3. Muy bien, muy bien. Aunque el aumento de jugadores mexicanos en el Tri vaya en contra de la opinión del Gachupine Mayor José Mamón Fernández. Siempre odió a Cuauhtémoc Blanco y ahora le da por burlarse del mestizo Oribe Peralta llamándole despectivamente el "hermoso," en clara alusión a que no tiene facciones de gachupín, las únicas bonitas y "aceptables" en la $elección de Azcarraga 3, según la apreciación del repelente enano Mamón Fernández.

Los nuevos "genios" financieros llegados literalmente a ciegas al fútbol, ignorantes de que el jueguito es espejo militar de la efervescencia social en un país ocupado, no saben en la que se metieron. En el Ejército de matones que pagamos nosotros con nuestros impuestos ya se espantaron con su propio error estratégico al enseñar indígenas y mestizos a matar, y ahora pretenden en vano recoger agua derramada en tierra aumentando el número de criollos en las tres Policías. Con altísimos sueldos, claro, que para eso pagamos la gasolina a precio de país importador y no productor del incendiario líquido. Para los mexicanos de la presente generación, el fútbol es el mejor campo de preparación física y mental que necesitan nuestros jóvenes.

Si yo fuera a dirigir la toma de una posición enemiga y me dijeran que solamente hay disponibles voluntarios civiles con cero entrenamiento militar, elegiría primero a los que hubieran jugado fútbol a cualquier nivel aunque nunca hubieran tenido un rifle en las manos.

Los caciques dueños del fútbol-como Azcarraga 3, Salinas Pliego, Vergara y el libanés Telegas de Oro S(a)lim-siguen mentalmente atrapados en el siglo XX. No se enteran que ya no hay suficientes jugadores gachupines nacido en México para seguir justificando la racista obstrucción de buenos jugadores autóctonos. Los gachupincetes nacidos aquí y llamados erróneamente "mexicanos" no garantizan triunfos de la $elección de Azcarraga 3. Nunca lo han hecho, pero antes no importaba. Por eso me agradó la histórica medalla de oro olímpica en fútbol ganada en Londres, 2012. Medalla de oro que, por cierto, a los gachupines en la FMF les cayó peor que patada en los güevos, por inesperada. De haberlo sabido, el esquirol Chepo hubiera dirigido prevalecido en la final sobre el técnico ahora campeón olímpico, Luis Fernando Tena (mucho mejor estratega que su repelente patrón). Tan seguro estaba Chepo de que Brasil sería campeón olímpico, que abandonó Londres horas antes de la Final. La victoria olímpica me sorprendió también a mí, cuantimás a los chupa-sangre en la FeMeFut, quienes ni película propia tienen de la histórica hazaña. Ellos nomás saben contar el dinero que a manos llenas recogen con solo competir. En los campeonatos mundiales de fútbol solamente les importa la primera ronda. Llegar al quinto partido les produciría pérdidas, por eso se necesitan técnicos nacionales culones como Aguirre, Chepo y Vucetich. Las aspiraciones a grandes hazañas futboleras son para selecciones con corazón grande, como la de los USA. La $elección de Azcarraga 3 es, por diseño, de güevitos de ratón. Las cosas se parecen a su dueño.

El racismo de CalNerón, Necio de María, JusTitino, Chepo, Bernardo Garza y los merolicos futboleros obedecieron las órdenes de su titiritero mayor, Televi$a, y evitaron que los campeones olímpicos mexicanos recibieran a su regreso el merecido baño de masas que la gloriosa ocasión requería. Usted lo vio, la medalla de oro no fue ocasión válida para que los aficionados aclamaran a sus campeones, pues algunos de esos jugadores no son criollos. Y en México, hasta el indígena Juan Diego debe ajustarse a la imagen espanhola dizque "bonita," de piel descolorida. La Igle$ia nos lo presenta ¡güerito y rubio! Bendito dios. Horrorícese pues ante la mala leche de los gachupines futboleros. Porque esto va a continuar hasta el día que a patadas los echemos del país.

Mientras la $elección Dorada fue distinguida por la Prensa Latina como Mejor Equipo del 2012, aquí los merolicos con el gachupín mayor José Mamón Fernández y el merolico mayor Raúl Orvañanos a la cabeza, hicieron lo posible para minimizar la para ellos odiosa hazaña de la muchachada olímpica mexicana. Ah, pero si en la Olímpica hubieran estado más gachupincitos, digamos como Chicharito, el tronco Torrado y Rafa Márquez, a estas horas todavía anduvieran los pinches merolicos meándose en los pantalones de puro gusto. Indecente fue tambien la piojosa suma prometida de 13 mil dólares de premio a cada jugador campeón-y dudo que se los hayan pagado los gachupas muertos-de-hambre-comparada con la de 94 mil dólares que Brasil ofreció a cada seleccionado suyo si ganaban la medalla de oro. Sobre todo sabiendo que la FMF se embolsa un millón de dólares por cada juego del Tri. Los seleccionados producen carretadas de millones de dólares a Televi$a y Federacion, pero en lugar de agradecérselo a los jugadores, ¡prácticamente les cobran por el dudoso "honor" de vestir la fea casaca nacional!

Dicen jugadores criollos como García Aspe, Rafa Márquez, y el brasileño Luis Alves Zaguinho-que dice ser mexicano pero yo ni le creo ni le entiendo lo que chapurrea-y Paco de Anda, que dizque "los jugadores deben agacharse, cerrar el pico y mostrarse agradecidos (?) con sus equipos que les dan de comer." ¡Méndigos chupa-sangre es lo que son esos hijos de puta! Con razón sus patrones los adoran y les dan chambitas en los medios. Ellos sí que tragan la gorda que al suelo les avientan sus empleadores. Como si los jugadores fueran burros hambreados pastando en tierra ajena, les exigen que besen la mano al encomendero. A jugadores nativos se les niega valor y talento, se les humilla para explotarlos mejor, haciéndolos sentir que merecen mendrugos a cambio de su agotador trabajo. Así actúan explotadores como Vergara, pero yo digo que todo es cuestión de rituales para voltearles el chirrión por el palito.

(Continuará)

DEFENSA PERSONAL METAFÍSICA: Meteorito Rojo #50

En el mundo futbolístico mexicano, lo que ocurre en las canchas es reflejo de lo que ocurre en política. De manera que el Meteorito Rojo #50 es para los chacha(laca)s en los medios de comunicación, encabezados por el Chacha(laca) Mayor Jabobo Zabludowsky. Encubridores de los genocidas obi$pos, generaletes, gobernantes, empresarios y policías gachupines y gachucriollos por su perversidad merecen ser llamados a cuentas metafísicas por nosotros los mexicanos. Por su avaricia y mal corazón merecen el desprecio de nuestro Pueblo. Que con su pan se lo coman los desgraciados.

NUESTRO FÚTBOL GACHUPINE: Muy religiosos los gachupines en el poder pero igual se asustan con la superstición. En el equipo Puebla informaron que sus trabajadores encontraron en su estadio monos de brujería con alfileres. Con graciosa inocencia un portavoz del equipo dijo, "Ya ordené que revirtieran el embrujo." Vaya ingenuo. Ja ja ja. Si encuentra cómo hacerlo, avísenle a Azcarraga 3. Lo digo porque la $elección de todos los gachucriollos apenas pudo ir de panzazo al Mundial de Brasil. Las Selecciones de paises centroamericanos y de el Caribe ya tienen al equipo tricolor en rituales de toda clase, incluidos los rituales del Meteorito Rojo. Veo muy difícil que México vaya a ir a otro Mundial. Entre gachucriollos y embrujos, van a llorar en Televi$a.


ACÁ MÉXICO: Columna Politica de México

PETICIONES del METEORITO ROJO

* Master, Estrategia Militar China

Email: visionpf@direct.ca


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